Verano, lo crudo y lo podrido, El
Montero Glez es admirado, cuando no envidiado, por algunos de los autores de mayor éxito y mejor pluma de España. Su prosa, a veces muy dura, a menudo suelta y sorprendente, siempre precisa, es portadora de ideas muy poco "correctas", propias -jamás prestadas- , agudas como dardos que dan limpiamente en el blanco. ¿Y ...