Salitre y cenizas "La Corona del Oráculo I"
Perdí mi alma cuando tenía trece años, sin ni siquiera haber desayunado. Era una mañana fría y neblinosa en la villa, y los ecos de las campanas que marcaban las seis flotaban sobre la bahía.
A pesar de los años transcurridos, recuerdo con nitidez cada detalle de la suma de decisiones que me llevaron ...