Riviera Redneck
A su padre lo timaron. Siempre quiso tener un pedazo del Oeste, un jardín privado, un lugar donde poder echar a volar la imaginación y descansar al final del día. Acabó fiándose de una inmobiliaria que prometía el paraíso. Tras una cena en un Holiday Inn, un agente sin escrúpulos le endilgó un terreno ...