Víctor Ros y el gran robo del oro español

Víctor Ros se encuentra de vacaciones en un balneario junto con su mujer, Clara, y sus tres hijos. Recibe la visita de dos agentes de la Brigada Metropolitana de Madrid que le dicen que tiene que acompañarles a Madrid para ayudar a resolver el caso del intento de robo al Banco de España. Una vez allí, el presidente del Gobierno y el ministro de Gobernación le piden desesperadamente su ayuda. El Banco de España ha sufrido un intento de robo, pero solo era una maniobra de distracción mientras se cometía otra sustracción: el de las dos terceras partes del tesoro nacional en lingotes de oro que se encontraban en un banco anónimo de Madrid. La única pista con la que cuentan es que uno de los asaltantes del banco de España pronuncia el nombre de Aldanza antes de morir. Ros es el único que da crédito a este último testimonio, ya que cree ver en esta gran puesta en escena la impronta del criminal Aldanza, al que todos consideran muerto tiempo atrás. Así, nuestro protagonista no tiene más remedio que viajar a Londres, donde cree que se encuentra su antiguo maestro y asesino, acompañado de Blázquez y, sin saberlo, con la protección de dos personas que, como sombras protectoras, cuidarán de que a Víctor no le pase nada.