Primera santología

Del mismo modo que los personajes de la "gentil brigada" del Decamerón proponían un tema cada día sobre el que relatar cuentos, como modo para huir de la peste física y moral que degradaba su ciudad, así algunos aguerridos miembros de La Discreta Academia (encabezados por Pedro Mariné como promotor de la idea) propusieron a la comunidad discreta el crear relatos sobre "personajes elevados" y así escapar (y combatir) la degradación intelectual que, a su parecer, se expande como nueva peste por nuestras ciudades. Las respuestas han sido variopintas: desde quienes han escrito, strictu sensu, sobre santos y santones (de ahí el extraño neologismo inventado por el maestro Mariné para el título), hasta quienes entienden la elevación en sentido político y social, pasando por otro tipo de elevaciones: físicas, sentimentales, etc. El resultado es un extraordinario conjunto de relatos que demuestran que La Discreta es un amplio y acogedor ámbito de estímulos, diálogo y conflicto literario. Santiago Miralles, Ignacio Molano, Violeta Díaz-Corralejo, Hernán Rossi, Adolfo Martínez, Mª Ángeles Maeso, Félix Dativo, Luis Junco, Rui Valdivia, Eduvigis Hernández, Pedre Romani, Carlos Manuel Sánchez, Juan Varela-Portas, José Mª Alfaya, David Torrejón, Loida Díez y Miquel Silvestre han aceptado el reto y con sus historias han querido contribuir a tan noble causa. Esperamos y deseamos que no sean los únicos, y que después de ellos otros muchos aporten su discreción e ingenio en nuevas santologías que, si no para -desfacerlos-, sirvan al menos para endulzar los -entuertos- de los que esta atormentada época que nos ha tocado en suerte tan pródigamente nos abastece.