Oscar & Sherlock

Entre la media docena de mis escritores de cabecera quizá no s encuentre Oscar Wilde, pero él es, sin duda, uno de los que mas influencia ejerció sobre mi cuando comencé a escribir teatro, hace ya bastantes años. En cuanto a Conan Doyle, posee el encanto de haber dado vida a Sherlock Holmes, el detective privado más famoso del mundo. Por otra parte, el atractivo de la época Victoriana, el universo de Jack el Destripador y del Dr. Jekyll, aquel Londres de finales del XIX que todos aprendimos a amar a través de los libros y de las recreaciones cinematográficas, fueron algunos de los sortilegios que dormitaban en mi mente y que saltaron cuando Paco Morán me pidió que le escribiera una comedia. Así nació Oscar & Sherlock, como un homenaje a mis lecturas adolescentes y a un mundo tenebroso que aún rentabilizan las agencias en sus recorridos turísticos por White Chappel.

Un Sherlock Holmes divorciado del Dr. Watson acude a una mansión para investigar el asesinato de Oscar, el hijo predilecto de lady Windermare. Partiendo de este hecho, la trama policíaca se va desarrollando con arreglo al mecanismo habitual del género, aunque en esta ocasión hagamos un guiño a la complicidad al espectador/lector solicitando su risa, su aquiescencia a determinados malabarismos interpretativos y también su colaboración final.