Desterrados de la Tierra 1. El enano de Rahdaméh, Los

En este primer volumen de la inmensa novela de Laurie, asistimos a la presentación de los personajes, todos ellos gente de bien, trasladados a África, a Sudán concretamente, por diversos motivos: conoceremos la creación de la compañía La Selénica, en su origen una empresa australiana dedicada a timar a sus pobres accionistas pero que, de la mano del ingeniero Norbert Mauny, emprenderá la ingente hazaña de conquistar la Luna; también trabaremos amistad con Bucephallus Coghill, caballero y deportista inglés, el señor Kerain, cónsul francés en África austral, y su hija Gertrudis, enamorada del ingeniero Mauny; pero también, ¡ay!, nos las veremos con los socios de Mauny, verdaderos tiburones de las finanzas, y con el maléfico enano de Rhadameh, el hombre que quiere poner al mundo entero de rodillas.

André Laurie (nombre verdadero: Paschal Grousset) es autor de numerosas novelas de aventuras para la juventud, publicadas en las ediciones Hetzel (editorial para la que estaba reservado en exclusiva y por contrato el seudónimo de André Laurie) dentro de su colección «Roman d?aventures», entre las cuales destacan pero especialmente . Se le debe igualmente un ciclo consagrado a «la vida en los colegios de todos los tiempos y países» (de los que aparecieron 14 volúmenes de 1881 a 1905, algunos de los cuales vieron la luz en nuestra patria por las mismas fechas); era una presentación novelada de los sistemas educativos de los diferentes países del mundo, lo que le permitió al autor airear sus ideas progresistas. De cualquier modo, si Laurie es recordado actualmente es por su fructífera colaboración con JulesVerne en tres de sus obras más importanes: (1879), (1884) y (1885). Laurie le propuso las tres novelas a Hetzel para que fueran retocadas por una mano más famosa que la suya: esa mano sería la de Verne. En cuanto a las novelas fantásticas de su propia pluma, hay dos que merecen especial atención. La primera de ellas, es un viaje accidental a las profundidades del mar, donde el protagonista se encuentra con la desaparecida isla-continente cubierta por un domo y donde su civilización ha alcanzado un alto nivel científico. La otra (entre algunas obras fantásticas interesantes) es, sin lugar a dudas, la novela que aquí les ofrecemos: una obra digna de figurar entre las de JulesVerne, un viaje extraordinario a la Luna entremezclado con un relato de aventuras africanas que tienen como marco el sitio de Khartoum con toques de magia negra y blanca y todo cuanto un buen relato de «aventuras científicas» debe ofrecer a sus lectores.