Cómo robar un banco suizo

¿Cómo se ven involucrados un atracador arrepentido, un detective privado y algunas distinguidas personalidades en un sofisticado atraco a un banco suizo? En la Confederación de los bancos silenciosos, los lagos apacibles y el césped bien cortado, todo puede suceder.

El detective privado Elia Contini y Jean Salviati, un ladrón jubilado que tiene que volver a su oficio, protagonizan una historia llena de suspense e ironía, en la que intentarán salvar a la hija de Salviati. Incurable jugadora de casino, ella ha caído en las redes de un turbio y ambicioso aventurero interesado por una fabulosa transacción monetaria.

Pero, aun en tiempos de turbulencias financieras, un banco suizo siempre es sinónimo de arcas bien custodiadas. Desvalijar uno de ellos exige del atracador la misma precisión diligente y metódica que aplican los banqueros helvéticos a la defensa de su seguridad: un plan de refinadísima arquitectura, construido como un puzle genial.

Pero nada es lo que parece en esta novela donde los golpes de efecto, dispuestos cual un inexorable mecanismo de relojería, no dejan de agitar una superficie que solo es ordenada y tranquila en apariencia.