Lectora nada común, Una
Si sus célebres perros hubieran respondido a su llamada, la reina no habría descubierto el vehículo de la biblioteca móvil del ayuntamiento aparcado junto a las puertas de las cocinas del palacio. Y no habría conocido a Norman, el pinche de cocina que estaba leyendo un libro de Cecil Beaton e iba a constituirse ...